Mar19032024

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La Plaza Roja se convierte en una fiesta para celebrar con la Gimnástica la vuelta del equipo a Segunda B

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Torrelavega sigue celebrando el ascenso de la Real Sociedad Gimnástica a Segunda B y este lunes por la tarde el escenario ha sido en la Plaza Baldomero Iglesias, que se ha llenado para felicitar al equipo. Desde que este domingo los blanquiazules conseguían en Mallorca el empate y el ascenso, la ciudad no ha dejado de festejar la vuelta a la categoría de bronce.

 

La fiesta en la plaza comenzaba a las 19.00 horas, con la actuación de A Duras Penas, que se han encargado de caldear el ambiente hasta que a las 20.00 horas los protagonistas han subido al escenario. Los de Pablo Lago, acompañados por la directiva de la Gimnástica y por el alcalde y el concejal de Deportes, han recibido los aplausos y el entusiasmo de su afición. Felicitaciones de las autoridades, palabras de agradecimiento de los jugadores por el apoyo y mucha ilusión ante el reto que espera a la decana del fútbol cántabro.

El grupo Lefties fue el encargado de acompañar a los jugadores y cerrar la fiesta, que tendrá continuidad este martes, a las 12.00 horas, con la recepción oficial en el Ayuntamiento.

Aunque sin duda, la mayor fiesta se vivió el propio domingo. Por la mañana, tanto en Mallorca, entre el grupo de torrelaveguenses que se desplazaron a la isla para acompañar al equipo y vivieron en directo el ascenso, como en la Plaza de La Llama, donde numerosos aficionados siguieron el encuentro a través de una pantalla gigante. Celebraciones que por la noche, a la llegada del equipo a Torrelavega se trasladaron a la fuente de la rotonda de La Inmobiliaria.

La Gimnástica logró en el partido de ida ante el filial del Mallorca un 4-1 y el 2-2 de este domingo les daba el pase al ascenso. Aunque no fue sencillo, porque los torrelaveguenses comenzaron sufriendo, cuando los mallorquines se adelantaron, el gol de Rubén Palazuelos devolvía la esperanza y el de Cote ya en el minuto 76 permitía soñar con un ascenso que se confirmaba con el pitido final.