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Economía

La plantilla de Golden Line pide en una carta a Emilio Botín que no permita que “se partan 150 vidas”

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La plantilla de Golden Line ha dirigido una carta al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, para pedirle que no permita que "se partan 150 vidas", con la decisión de la empresa Konecta de cerrar el call center de Torrelavega e imponer un traslado forzoso a toda la plantilla a su sede de Valladolid. El Santander es accionista mayoritario de Konecta, la firma que a partir del 1 de octubre subrogará el servicio de atención telefónica que ahora presta Golden Line para Vodafone.

Un grupo de trabajadores del call center torrelaveguense se ha concentrado hoy en la capital cántabra frente a la sede central del Banco Santander, y han entregado en la entidad una carta dirigida a Emilio Botín en la que explican su situación y piden que interceda para que Konecta reconsidere su situación.

"Una empresa tan grande, tan fuerte y tan potente a nivel mundial como el Banco Santander y que siempre aboga por la defensa del trabajo" no puede permitirlo, ha afirmado hoy el portavoz de la plantilla, Román Benito, delegado de CCOO, en declaraciones durante la concentración.

Así, ha recordado que la propia empresa, a través de la Fundación Konecta promueve el empleo de colectivos como "mujeres, mujeres con hijos o gente con minusvalías, entendemos que nosotros no estamos dentro de uno de esos colectivos, pero sí que en nuestra empresa el 90 o 95 por ciento son mujeres y son mujeres con hijos", ha recalcado Benito. "Es imposible hacer ese traslado a Valladolid, dejar aquí a sus hijos o a sus parejas, mantener dos vidas, una aquí y otra allí, es partir una vida por la mitad", ha asegurado.

Los trabajadores creen además que, aunque la empresa esgrime razones "organizativas", el fondo son cuestiones económicas, porque Konecta explica que concentrando a toda la plantilla en un mismo centro "se producirá más". A juicio de Benito, "si hablamos de producción y rendimiento, eso es económico, lo que pasa es que es más sencillo y queda más liviano ante las administraciones hablar de organización".

Según ha dicho, la propia empresa y su representante, Jaime Castell, han reconocido que "desde el principio" la única opción que han barajado ha sido el traslado a Valladolid, de ahí que se mantengan enrocados en esa decisión y en la última reunión "no se haya avanzado prácticamente nada".

La plantilla de Golden Line espera con expectación la reunión que este miércoles está convocada entre representantes de Konecta, Banco Santander y Gobierno regional, donde confían que se produzca algún avance favorable. En todo momento, los trabajadores consideran inviables, con sueldos medios de 900 euros, los traslados a Valladolid y lo califican de "despidos encubiertos".