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Diego asegura que las tres nuevas líneas de tratamiento de El Mazo garantizan la continuidad de sus 30 empleos

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El vertedero de El Mazo ha puesto en funcionamiento tres nuevas líneas de gestión de residuos que tratarán anualmente 14.000 toneladas anuales de papel y cartón, aparatos eléctricos y material para molturación y uso como combustible. Las nuevas líneas garantizan la continuidad de los 30 trabajadores de la planta de Zurita de Piélagos, que peligraban tras el sellado del vertedero de residuos no peligrosos tras colmatar su capacidad.

El Gobierno de Cantabria, a través de la empresa MARE, ha invertido algo más de un millón de euros en las nuevas instalaciones, que se unen a las dos líneas con que contaba El Mazo: la de trasferencia de residuos sólidos urbanos, para hacer más eficiente el transporte a Meruelo de 38.000 toneladas de residuos urbanos de la comarca del Besaya y la de recuperación y reciclaje de envases, que trata unas 1.400 toneladas anuales.

El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha inaugurado hoy las nuevas instalaciones del vertedero de El Mazo, y ha resaltado que con ellas se incrementa la capacidad de la planta para satisfacer tanto las necesidades actuales como las que puedan surgir en el futuro.

En este sentido, Diego ha subrayado que la inversión realizada en el vertedero "ya se ha rentabilizado" y en los próximos años reportarán un "ahorro" en la gestión medioambiental, al tiempo que permite mantener 30 puestos de trabajo que "se podían haber perdido" al sellarse el vertedero.

La actuación, ha señalado el presidente, es un reflejo de la "política de buen gobierno" implantada en Cantabria desde 2011, cuando se pudo en marcha el Plan de Gestión Integral de Residuos, que permitió la eliminación de "cientos de vertederos" y del que han sido protagonistas El Mazo y Meruelo.

Un trabajo, ha destacado el presidente, que ha hecho que Cantabria sea "una región modélica" y pueda participar en la Red de Sistemas Integrados de Gestión, que da acceso a fondos nacionales y europeos "que premian" la gestión ambiental que, entre otras cosas, preserva el "lujo de paisajes" y los atractivos naturales que tiene la Comunidad Autónoma.

Diego ha estado acompañado en el acto de inauguración de las nuevas líneas por el consejero de Medio Ambiente, Javier Fernández; el director de MARE, Antonino Zabala; el consejero delegado de GESMATOR, José Antonio Gómez; y cerca de una veintena de alcaldes de la comarca, entre ellos el anfitrión, el regidor de Piélagos, Enrique Torre, y la alcaldesa de Torrelavega, ayuntamiento que junto a la empresa Urbaser forma la sociedad GESMATOR.

En su intervención, Javier Fernández, ha dicho que Cantabria es un "ejemplo de sostenibilidad" aplicada en beneficio del medio ambiente y con connotaciones positivas tanto desde el punto de vista social como económico, y cuenta con instalaciones que son "referente a nivel nacional".

El consejero de Medio Ambiente ha recordado que tras el sellado del vertedero los puestos de trabajo de El Mazo estuvieron "en juego" y hubo que buscar soluciones a través de "iniciativas imaginativas" como las que han llevado a las nuevas líneas de la planta, apostando por generar actividad en el "empleo verde".

Tras las intervenciones, las autoridades e invitados han realizado un recorrido por las nuevas instalaciones, que vienen funcionando en pruebas desde hace unas semanas y que desde hoy trabajan ya a pleno rendimiento.

La primera de las líneas inauguradas se dirige a la fabricación de Combustible Derivado de Residuos (CDR) mediante la trituración de diversos materiales, con la que se espera una producción anual en la planta de Meruelo cercana a las 10.00 toneladas.

La segunda clasifica aparatos eléctricos y electrodomésticos procedentes de puntos limpios, con una estimación de 540 toneladas anuales, y la tercera es una línea de pretratamiento de cartón y papel, que produce inicialmente cerca de 3.500 toneladas anuales con destino, actualmente, a la fábrica de paneles de fibroyeso Fermacell, en Orejo, aunque tiene margen para multiplicar su producción.

En su conjunto, estas tres nuevas instalaciones valorizarán y tratarán al año cerca de 14.000 toneladas de residuos, aunque tienen capacidad para incrementar esta cantidad en función de las necesidades.

Se suman a las otras dos que ya existían en El Mazo: la planta de transferencia de residuos sólidos urbanos, que posibilita la eficiencia en el transporte hasta Meruelo de 38.000 toneladas de residuos urbanos de la Comarca del Besaya, y el centro de recuperación y reciclaje de envases, que trata cerca de 1.400 toneladas anuales.