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Torrelavega

Se crea una mesa de trabajo para estudiar las quejas de un grupo de comerciantes descontentos con los cambios en La Inmobiliaria

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El alcalde de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero, ha anunciado que se creará una mesa de trabajo para escuchar y estudiar las quejas de un pequeño grupo de personas descontentas con las obras y los cambios que se han realizado en La Inmobiliaria. Se trata de cambios de sentido del tráfico de algunas calles y peatonalización de algunos tramos de otros, en aplicación del Plan Director aprobado en el Consejo del URBAN -en el que están representados grupos políticos, asociaciones de vecinos y comerciantes de La Inmobiliaria, Cámara de Comercio, sindicatos y organizaciones sociales, entre otros colectivos-.

Tras las presiones de medio centenar de vecinos y comerciantes, sobre todo de la calle Ceferino Calderón, que argumentan que los cambios perjudican sus intereses, el equipo de Gobierno ha propuesto que nombren "una comisión" que se reunirá con concejales y técnicos para "tratar punto por punto sus reivindicaciones". El alcalde sí ha matizado que cualquier decisión que se tome en esas reuniones deberán ser sometidas a los órganos rectores del URBAN.

Aun destacando que se trata de "un grupo de 50 o 60 personas a las que no les gustan estas obras y así lo manifiestan públicamente", y subrayando que "no es el sentir mayoritario de La Inmobiliaria, donde viven 9.000 personas" y que serán "muchas las ventajas" de los cambios, el alcalde valora que hay que "escucharles" y analizar sus quejas. Unas quejas que se refieren principalmente al alumbrado que se ha instalado en las últimas calles urbanizadas en el barrio y al cambio de sentido de circulación de algunas calles, principalmente en Ceferino Calderón, donde tienen sus negocios los comerciantes que encabezan las protestas.

Este lunes se celebraba una reunión en La Inmobiliaria convocada para informar a los descontentos de los cambios realizados y los objetivos, con la presencia del alcalde, el primer teniente de alcalde y responsable de Obras, el concejal de Movilidad y del URBAN, y técnicos municipales de estas áreas. Sin embargo, la reunión fue "tensa" en palabras de Cruz Viadero, en la línea de lo ocurrido el pasado jueves en el pleno, cuando una veintena de comerciantes y vecinos de La Inmobiliaria manifestaron durante toda la sesión su descontento y acabaron interrumpiendo las intervenciones de los concejales e increpando a gritos al alcalde.

Tampoco convenció a quienes protestan el argumento que hoy reiteraba el alcalde de que "no ha habido tiempo para ver cuál es el funcionamiento real de las calles" tras los cambios en el sentido del tráfico y que se ha establecido un periodo de prueba de dos meses, tras el cual, con los informes técnicos, se decidirá si se mantienen, se modifica algún aspecto o se revierten los cambios.

Ante esto, el equipo de gobierno ha propuesto crear esa mesa de trabajo, cuyas decisiones serán en cualquier caso sometido a la decisión del Consejo Sectorial del URBAN y su comisión permanente. "Así se debe hacer en un estado de derecho, hay que escuchar a todo el mundo, hablar con todo el mundo, pero al final las decisiones se tienen que tomar en los órganos competentes", ha dicho.

Las actuaciones que ahora cuestionan algunos residentes y comerciantes forman parte de la última fase del programa URBAN "La Inmobiliaria. Espacio de Oportunidades", que en conjunto ha supuesto una inversión de fondos europeos y municipales de unos 8 millones de euros, la mayor que nunca se ha realizado en un barrio de Torrelavega.