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Economía

Los trabajadores afrontan el encierro dispuestos a “quemar los últimos cartuchos” para salvar la complicada situación de Sniace

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Los trabajadores son conscientes de la complicadísima situación que atraviesa Sniace, pero si les cupiera alguna duda tanto el presidente, Blas Mezquita, como los administradores concursales, les han reconocido que la empresa, en este momento, está más cerca de la liquidación que de la reapertura.

Sin embargo, están dispuesto a "quemar los últimos cartuchos" con el encierro indefinido que comienza este miércoles, para forzar a los administradores al aplazamiento del juicio en la Audiencia Nacional, con el argumento de que si los tribunales fallan en contra de la empresa y declaran nulos los despidos, la liquidación sería inevitable.

Mezquita ha atendido –esta vez en 24 horas- la petición del comité y ha acudido a la fábrica de Torrelavega para mantener una reunión de urgencia, en la que ha transmitido su "preocupación" por el encierro que van a iniciar los trabajadores, aunque les ha ratificado lo dicho por los administradores, que la reforma energética aboca a Sniace a la liquidación.

Según las cifras que el presidente de Sniace ha dado hoy a los sindicatos, los nuevos parámetros retributivos y la supresión de las primas a la cogeneración, le costarán a la empresa 35 millones de euros. Unos cambios que hacen que "los números hechos hasta ahora, hay que tirarlos a la basura".

La previsión es que el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se convierta en orden ministerial en el próximo Consejo de Ministros, que se celebraría en un plazo máximo de quince días.

Tras la reunión, los delegados de UGT, SU y CCOO –solicitantes del encuentro- han explicado a los trabajadores en una improvisada asamblea que Blas Mezquita ha afirmado que "no hay divergencias" en lo que los administradores han manifestado al comité y a la empresa, que la situación es "muy difícil".

Mezquita coincide con los trabajadores en que el juicio en la Audiencia Nacional es "un riesgo", pero ha asegurado que "no está en sus manos" pedir el aplazamiento o la retirada de la demanda y que depende de los administradores, que parecen dispuestos a afrontar ese riesgo.

Los administradores concursales insisten en seguir con el proceso judicial, tal y como ha confirmado uno de ellos, José Luis Ramos Fortea, que telefónicamente ha contactado con el secretario del comité para hacer llegar su preocupación por la medida de presión que van a tomar los trabajadores.

El secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, ha explicado que ayer mismo recibió una llamada telefónica de Ramos Fortea, en la que el administrador manifestó que el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, había contactado con él debido a la situación que se ha planteado en los últimos días en torno a Sniace.

Todo esto demuestra para el comité que el anuncio del encierro "hace daño" y eso refuerza su convicción de que, aunque es muy complicado, todavía "hay una posibilidad de cambiar el rumbo". Esa esperanza se centra en un acuerdo antes del próximo martes 22 o, in extremis en la reunión que el día 24 mantendrá el comité con los administradores.

"No hemos perdido aún la última oportunidad, hay que tirar para adelante", ha dicho Pérez Portilla animando a los trabajadores. El mensaje del delegado de UGT ha sido reiterado por los representantes de SU, Mario Villar, y CCOO, Luis Corrales, que han coincidido en que su último intento es ir a negociar con los administradores desde una posición de "fuerza".

Los trabajadores inician este miércoles, a las 11.00 horas, un encierro sin fecha de conclusión, para reclamar a los administradores un aplazamiento en la Audiencia Nacional y un acuerdo laboral que evite una posible sentencia de nulidad de los despidos y la liquidación ante la imposibilidad para la empresa de afrontar el coste de las indemnizaciones.

Los administradores confirman que la reforma energética lleva a Sniace a la inviabilidad, por lo que el coste de las jubilaciones ya no es importante