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Economía

Trabajadores y empresa deben ratificar el día 28 el acuerdo laboral de Sniace ante el Tribunal Supremo

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SniaceAcuerdoJunio2016

Trabajadores y empresa deben ratificar el próximo 28 de junio el acuerdo laboral de Sniace ante el Tribunal Supremo, para su homologación. El Alto Tribunal ha comunicado a las partes que recibido el acuerdo transaccional firmado el 4 de junio y "no habiéndose dictado por esta Sala sentencia", procede, según la ley, que el documento vuelva a la Secretaría del TS, donde el día 28, a las 10.00 horas, los representantes legales de empresa y trabajadores deberán ratificarlo.

El Tribunal Supremo ha notificado esta ratificación a todos los miembros de la comisión negociadora, lo que incluye a los no firmantes del acuerdo: el sindicato USO y el delegado de UGT Pedro Luis García Tejedor. La previsión es que el Supremo aplique el mismo criterio que en su día siguió la Audiencia Nacional, de que solo está "legitimada" la mayoría del comité (UGT, SUC y CCOO), que en octubre de 2014 firmó el "acuerdo de Burgos" y ahora ha vuelto a suscribir el nuevo documento transaccional, y por tanto valdrá con su ratificación y la de la empresa para validarlo.

El secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, ha señalado que no hacer firme la sentencia y citar a las partes para ratificar el acuerdo transaccional es una buena señal" y forma parte del proceso burocrático y legal que debe seguirse. Aunque hasta que se produzca la ratificación y el Tribunal Supremo no se pronuncie sobre la homologación del acuerdo el proceso judicial de Sniace no estará cerrado, todo indica que no debería haber sorpresas y en unas semanas se pueda superar el largo peregrinaje por los tribunales.

El portavoz sindical subraya que el proceso se está haciendo "muy largo" para los trabajadores, máxime cuando el final por el que tanto han luchado, la reapertura de la fábrica y la recuperación de sus empleos, está a la vista, pero ha pedido tranquilidad a sus compañeros, confiado en que ya no habrá nuevas dificultades.

El acuerdo supondrá la reversión de los despidos de 52 trabajadores (nacidos a partir de 1957) y dará garantía legal a los términos pactados para el resto de la plantilla de cara a su reincorporación a la fábrica. Del mismo modo, la dirección de Sniace siempre ha condicionado al pronunciamiento del Supremo el inicio de los trámites para recontratar al resto de trabajadores.

Trascurridos más de tres años y medio, de las 530 personas que formaban la plantilla en septiembre de 2013 cuando se produjo el despido, poco más de 300 restan por resolver su situación. Una treintena de operarios, personal de oficinas, ha seguido trabajando durante todo este tiempo, el resto se ha ido jubilando o ha renunciado voluntariamente a volver a la fábrica.

Según el acuerdo laboral firmado por la empresa y comité, a los 240 trabajadores que retornarán a sus puestos, Sniace se ha comprometido a pagarles un "salario de transición" desde su contratación, previsiblemente en el mes de julio, hasta su reincorporación efectiva a la planta. Ese salario será de 400 euros para los trabajadores de Celltech, cuya apertura está prevista para finales de agosto o principios de septiembre, y de 575 euros para los de Viscocel, que se calcula pueda abrir unos 10 meses más tarde que la planta de Celulosa.

Inicialmente, los trabajadores tendrán un "contrato indefinido a tiempo parcial", que se transformará en "contrato indefinido a jornada completa" en el momento en que se abra la fábrica a la que pertenece cada uno de ellos.

Además, Sniace aceptó mantener la retribución que corresponde a cada trabajador por la antigüedad acumulada hasta el despido, y aunque tendrá una nueva denominación conservará su cuantía, una vez aplicada la rebaja salarial pactada en el convenio colectivo, que para la masa obrera será del 15%. Los trabajadores recibirán en 2016 y 2017 en una única paga en diciembre el equivalente a la antigüedad acumulada, y a partir del 2018 se convertirá en un plus mensual, bajo un concepto aún por concretar.

El cuanto al resto del convenio para los próximos seis años, la intención es que se mantengan los extremos recogidos en el "acuerdo de Burgos": Para ello, reclaman que se mantenga un convenio de seis años de duración, tres de congelación salarial y otros tres de subida del IPC y 0,5%, con 8 horas de reducción de jornada en el último. En cuanto a la congelación salarial, era del 15% para los obreros, 17,5% para los mandos intermedios y 20% para los directivos.