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Torrelavega

Bernardo Bustillo: “No hay nada que temer en la participación ciudadana, hay que escuchar”

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La Concejalía de Participación Ciudadana que dirige Bernardo Bustillo ha puesto en marcha el Proyecto Red39300, una iniciativa para favorecer el asociacionismo y dotarlo de herramientas que lo hagan más fuerte.

 

Las primeras acciones de este proyecto han sido la creación de una página web que facilite a las asociaciones sus trámites, las ponga en conexión y permita a la ciudadanía conocer mejor a los diferentes colectivos que funcionan en la ciudad, y una campaña de recogida de alimentos para Cruz Roja que se ha cerrado con gran éxito. Bustillo se plantea recuperar y afianzar el asociacionismo en Torrelavega; un asociacionismo en proceso de evolución, donde las asociaciones vecinales ceden protagonismo a otros colectivos cohesionados, no por el lugar de residencia, sino por intereses, situaciones o inquietudes comunes.

HoyTorrelavega.- En Torrelavega tradicionalmente el asociacionismo ha sido fuerte y activo. ¿Cuál es su situación actual?
Bernardo Bustillo.- Desde la Concejalía estamos elaborando un diagnóstico, pero yo creo que mantiene la fuerza de la tradición, ima enorme tradición, aunque es cierto que en algunos casos hay un cierto anquilosamiento. La pandemia ha hecho mucho más difícil a las asociaciones mantener una relación presencial de contacto con los miembros de sus asambleas, que al final son quienes conforman, más allá de las juntas directivas, el tejido asociativo. Pero también hay brotes verdes y donde muchas asociaciones decaen otras mantienen la misma fuerza y otras surgen quizá más adaptadas a los tiempos actuales.

HT.- Antes de la pandemia, el asociacionismo ya había decaído mucho y estaba lejos de aquella red fuerte y organizada en todos los barrios de hace algunos años. ¿Hasta dónde llegan esos brotes verdes que comenta?
BB.- En algunos modelos, como es el movimiento vecinal, hay barrios y pueblos que están trabajando con mucha ilusión, como puede ser el caso de Viérnoles, favorecido por ser una pedanía que supone una situación más privilegiada en recursos, incluso económicos. Pero hay otros modelos distintos.

La mayoría de las asociaciones hablan con admiración del movimiento asociativo del Barrio Covadonga, tradicionalmente el que más éxitos ha conseguido. Por mi experiencia en otras actividades como el deporte, el éxito, el obtener resultados en tus reivindicaciones, es lo que llama a más gente a sumarse. Cuando esas reivindicaciones no se ven satisfechas, a menudo cunde el desánimo. El modelo del Barrio Covadonga sigue estando igual de vigente y teniendo la misma fortaleza, porque es una población muy cohesionada y los éxitos le dan visibilidad y ese valor añadido que hace que la gente se sume. Pero ese modelo de barrio no es el que se da en otros lugares. Por ejemplo en Torres, donde probablemente el 80% de la población actual reside allí desde hace menos de 15 años. Es un modelo complemente distinto. Las redes tienen que irse tejiendo con el tiempo, con conocimiento.

Por eso hablamos de otros modelos asociativos distintos del vecinal, menos vinculados al lugar donde vives y más a inquietudes comunes o a situaciones compartidas. Tienen más fortaleza y están más cohesionadas que las establecidas por el entorno residencial.

HT.- ¿Entonces el Consejo Vecinal está muerto?
BB.- No lo creo. Lo que pasa es que hay que empezar a fortalecerlo desde la base, para que la cumbre de la pirámide, se nutra realmente de la mayor participación posible. Por otro lado, como hemos dicho, este consejo representa a las asociaciones vecinales, pero hoy en día hay otro tipo de asociaciones que tienen tanta o más fuerza.

HT.- ¿Qué es el Proyecto RED39300?
BB.- Es un poco el embrión de una Oficina Única que sirva como como asesoramiento para todo el tejido asociativo a la hora de tramitar el papeleo, de conformarse como asociación, de exponer las ayudas a las que pueden aspirar... También para poner en contacto a unas asociaciones con otras para aprender de experiencias previas y para crear unas sinergias que sumen, que hagan mayores los vínculos. Estamos hablando que en muchos casos son pequeñas asociaciones y los contactos de unas con otras les ayuda a conocer experiencias de éxito en otros barrios o pueblos y a saber cómo encaminar las acciones o las estrategias para conseguirlo.

HT.- ¿Por qué es importante para Torrelavega tener un tejido asociativo fuerte?
BB.- Desde mi propia experiencia, más como ciudadano que como político, siempre me ha parecido positivo. Yo nací en el Barrio Covadonga y he conocido su movimiento vecinal, cosas como el soterramiento de la ronda fue una reivindicación de los vecinos súper justa que hoy en día es evidente para cualquiera que ha favorecido al barrio. Siempre he creído en la participación. Ahora estoy en primera línea política, pero cuando no lo he estado, desde mi situación en el deporte y en una asociación deportiva, me ha gustado participar y muchas veces que se nos hubiera escuchado... Es fundamental para que los proyectos tengan un desarrollo a más largo plazo. Honestamente, mi objetivo en última instancia es favorecer la participación de todos los ciudadanos en las decisiones políticas.

HT.- Un tejido asociativo fuerte exige, reivindica, presiona a los políticos. ¿No es tirar piedras contra su propio tejado?
BB..- Lo que pensaba antes de entrar en política es lo mismo que pienso actualmente. No defenderlo sería traicionarme a mí mismo. Dentro de la política a veces se teme la participación, hay reticencias; pero yo creo que no hay nada que temer. Como demócratas, si la mayoría de la gente opina en un sentido, igual los equivocados somos los políticos en este caso.

HT.- Está de moda hablar de participación y ponerlo de coletilla en cualquier proyecto o actuación. Pero ¿es una participación real o termina siendo siempre el mismo grupo reducido de personas o colectivos el que opina?
BB.- Lo he visto y es uno de los peligros. Por eso creo que fortalecer el tejido asociativo es asegurarse que quienes están participando sean una mayoría, porque al final, si la participación se convierte en algo ridículo o minoritario, lógicamente la información que te llega como político está muy tergiversada o estás escuchando a un segmento de la población muy reducido. A cuanta más gente se llegue, más garantías tendremos de que lo que lo que se está diciendo es una demanda que está en la calle.

HT.- Estamos ya en el ecuador de la legislatura y la primera parte ha estado marcada y limitada por la pandemia. ¿Qué le gustaría haber conseguido desde la Concejalía de Participación Ciudadana al concluir la legislatura? ¿A qué punto quiere llegar?
BB.- Me gustaría habernos dotado de herramientas tecnológicas que hagan viable el mayor grado de participación ciudadana que conozcamos. Que facilitemos por un lado un cauce de participación muy sencillo para los ciudadanos y que, a la vez, la información que recibamos sea representativa del mayor número de población. Ese sería el objetivo, Y que valoremos el grado de logro o de éxito que las reivindicaciones suponen o el grado de implantación de medidas que la población demanda. Incluso conocerlos en cualquiera de las medidas que se tomen por parte de la clase política.