Vie29032024

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¿Perdemos el norte?

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Gruber04

Demagogias aparte, ¡claro que ser limpio puede resultar caro! En la mayoría de los casos, los solares abandonados, de propiedad privada, no se limpian porque cuesta dinero mantenerlos limpios. Pero es obligación de los propietarios su mantenimiento, y responsabilidad del Ayuntamiento exigir que los solares se limpien o, subsidiariamente, hacerlo directamente, pasando luego la factura al dueño.

La iniciativa llamada "Espacio Argumosa" pude tener muchas lecturas.

Por supuesto que, a los ojos de la ex-alcaldesa Blanca Rosa, puede tener muchos aspectos denunciables. Pero, sobre todo, uno: es una ocupación ilegal de una propiedad privada, de cuyos intereses ella se constituyó en defensora, facilitando el derribo del edificio que ocupaba el solar, cuando su ruina no era inminente. Se trataba de una operación inmobiliaria, en los tiempos de la burbuja, que luego quedó en un montón de ortigas y basura. Todas las demás "irregularidades" que ella denuncia no son más que tapaderas de unos intereses de fondo: los del dueño del solar.

Habrá quienes apelen a la "sacrosanta" propiedad privada, como único argumento para criticar la iniciativa. Son los que siempre han denostado al movimiento ocupa cuando reivindica el carácter social de la propiedad que hasta la propia Constitución consagra.

Y habrá quienes saluden la iniciativa, al provenir de un colectivo, mayoritariamente joven, que, en contra de lo que muchos piensan, demuestra que no sólo sabe decir no y protestar, sino que es capaz de trabajar para llevar a cabo sus ideas y proyectos.

De cualquier manera, hablar de sanciones a este colectivo por esa acción parece ridículo en una Torrelavega carente de espacios apropiados para que los jóvenes desarrollen las iniciativas que le son propias.

Pero no nos engañemos. Lo que parece una anécdota tiene mayor alcance. Aquí, o hay ocupación ilegal para poner un bien privado al servicio de la comunidad, o hay negociación con el propietario a cambio de algo. Si es esto último, es un insulto al movimiento ocupa y sólo un simulacro propagandístico de ocupación. Pero, lo que de ninguna de las maneras se puede pretender es que al dueño se le exima de sus obligaciones y, menos aún, de pagar la contribución, se le compense con otros beneficios o, lo que es lo mismo, que su desidia la paguemos todos. ¿Estamos perdiendo el norte?

Ójala! el espacio adecentado cumpla, por mucho tiempo, la misión que sus promotores le han asignado y sobreviva a la foto y entusiasmo inicial.

Pero no juguemos con los conceptos. Una cosa es la originalidad de iniciativas como esta, y otra el sentido común. Si hay quien "generosamente" regala su trabajo a un dueño especulador e irresponsable, que lo haga por su cuenta, pero que no nos obligue a todos los demás a compensarle.