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La energía como motor de la economia local y el empleo

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GermanPerez02

El consumo de energía ha crecido de forma exponencial durante el último siglo, hasta el punto de crear verdaderos problemas en el desarrollo de las naciones e incluso conflictos entre los países por los grandes recursos energéticos de unos y la dependencia de los mismos de otros.

Este incremento en las necesidades de consumo a lo largo de los años es debido principalmente por dos motivos: el incremento de consumo por persona y el aumento demográfico de la población. Por ejemplo, datos de la IEA (Agencia Internacional de la Energía) nos dicen que solo entre los años 1990 y 2008, la energía media consumida por persona se incrementó en un 10%, mientras que la población creció un 27%. Los mayores incrementos durante este tiempo se han producido en China, con una aumento del 170%, mientras que las necesidades energéticas del mundo han crecido un 39%. De esta forma, a pesar de la mejora en la eficiencia en el uso de la energía, a lo largo del siglo XX el consumo de combustibles fósiles se ha multiplicado por veinte y paralelamente en la misma intensidad las emisiones de carbono a la atmósfera.

 

Los países del mundo con mayor densidad de población, los llamados emergentes (China, India, Brasil...) son los mismos que están experimentando un mayor crecimiento en su PIB, y sin embargo la mayor parte de la población de esos países aún no han alcanzado los niveles de bienestar, ni por lo tanto de consumo que desde hace años disfruta el primer mundo. Es lógico pensar que en los próximos años se establecerá una convergencia en todos los aspectos diferenciadores de estas sociedades; y el consumo de energía por habitante no será una excepción.

Por lo tanto, en el futuro empeoraran los problemas actuales relativos al suministro energético: aumentará el requerimiento global de consumo de energía en el mundo y los recursos tradicionales serán cada vez más escasos. Esto es una evidencia y es indiscutible, aunque algunos no quieran verlo.

En este contexto, lo más probable es que se experimente un cambio en la evolución del modelo energético, tendrán un especial impacto estas tres tendencias:

−Energía verde: El hecho de que cada vez sean más escasos los recursos energéticos derivados de combustibles fósiles, provocarán ineludiblemente el incremento en el precio de los mismos y teniendo en cuenta además el impacto que provoca su utilización por la cantidad de CO2 que emiten a la atmósfera, hace que cada vez sean más necesarias las energías de carácter renovable. También se espera que en algún momento los gobiernos tomen la decisión de aplicar políticas que potencien decididamente el uso de éstas fuentes energéticas mucho más sostenibles.

−Eficiencia energética: El ahorro de energía y la reducción de emisiones son una prioridad para reducir las elevadas importaciones de gas y petróleo, que solo para el año 2020 se espera que ascienda a 400.000M€ en Europa. Estos dos objetivos convierten la eficiencia energética en una factor de competitividad de la economía porque contribuye a reducir los costes de dependencia e intensidad energéticas. El impacto de ahorro potencial mediante la aplicación de medidas de eficiencia energética está calculado en más del 50% del consumo de energía actual. Ademas, constituye un sector de actividad económica que introduce innovación tecnológica en la economía productiva, fomenta el empleo y el crecimiento económico.

−Generación distribuida: o generación descentralizada de energía eléctrica en los mismos puntos de consumo reporta múltiples beneficios tanto a los usuarios como al sistema eléctrico y a la economía del país. Todos los informes coinciden en señalar el gran poder transformador y sus ventajas: ahorra perdidas en la red, ahorra inversiones del sistema eléctrico, reduce las importaciones energéticas,reduce las emisiones de CO2, reduce el precio mayorista de la electricidad, incentiva la bajada del coste de la electricidad.

En el estado crisis actual donde el desempleo se percibe como el principal problema de la sociedad, este cambio de modelo energético supone una oportunidad además de por las razones anteriormente explicadas, porque con la implantación de los sistemas necesarios que nos hagan evolucionar hacia la consecución de estos objetivos, supondrían la creación de miles de empleos estables en España. Solamente en el sector de la rehabilitación energética de los edificios, hay estudios que apuntan a la creación de más de 200.000 empleos de aquí a al año 2020. Y también posibilitaría la reinserción laboral a miles de desempleados provenientes del sector de la construcción, que dada su escasa formación, en muchos casos es muy difícil que vuelvan a incorporarse al mercado laboral. Así como una reducción importante en los gastos energéticos de las familias, comercios y empresas.

Todos estos cambios suponen grandes desafíos que necesitarán la implicación de la sociedad: Administraciones públicas, empresas, industrias.... y también los propios ciudadanos. Los conocimientos y la tecnología necesaria para la sustitución progresiva de los modelos actuales existe y está disponible solamente se necesita un impulso decidido por parte de la administración con los cambios regulatorios necesarios y eliminar las barreras que impiden el desarrollo del nuevo modelo energético.