Desde la ciudad del paro

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IUEulogioFdez

Dice la mitología que la procesión de las ánimas es el lento caminar de las almas en pena que esperan su entrada al mundo de los muertos. Esta lúgubre comparación se puede aplicar a la situación de Torrelavega, ciudad antaño llena de vida y de alegría, llamada en el pasado la ciudad del dólar y ahora conocida como la ciudad del paro.

Una cruda comparación pero una triste realidad. Es la visión de un desempleado de larga duración, uno de tantos en nuestra comarca, que ha conseguido el fantástico podio de segunda ciudad de España con más parados de larga duración.

La crisis tiene su parte de culpa, pero también en sobremanera ese modelo político que han querido para España tanto el PSOE como el PP, que durante los años que han gobernado han desmantelado nuestro tejido industrial y fomentando la industria del ladrillazo y el turismo.

En cuanto a las políticas de nuestra región, nos encontramos con un gobierno regional interesado en privatizar lo rentable y dárselo a sus amigos. Solo hay que ver los ejemplos de la "externalización" de servicios en Valdecilla, el nulo apoyo a las empresas que están en delicada situación y lo último y más cercano a nuestra comarca, los intentos de destruir el SERCA (pues si ya es difícil encontrar trabajo, la cosa se complica si tienes una minusvalía).

A nivel comarcal, podemos ver la adormecida actividad de la ADL y la nula iniciativa de atraer pequeñas industrias al desolado polígono industrial de Tanos. Mientras el tejido industrial de la comarca va poco a poco desapareciendo, vemos que la única actividad del Ayuntamiento durante estos últimos meses es vendernos ese proyecto estrella del Centro de Emprendedores. Un proyecto inútil, innecesario, con una demanda real inexistente y donde prima una vez más la política del ladrillazo.

Con este panorama, no nos ha de extrañar que la visión de un desempleado no sea muy halagüeña sobre una ciudad donde vemos que lo único que hacen tanto el gobierno regional como comarcal, son los parches de la contratación anual de desempleados para realizar funciones diversas. Para algunos, es el único medio de ir capeando la situación; los más preparados, pueden arriesgarse a ir al extranjero a probar fortuna, y otros mientras tanto, intentamos reciclarnos mientras nuestra educación sea pública y gratuita. Personalmente veo este tipo de contrataciones, como pan para hoy y hambre para mañana.

Necesitamos otras políticas, pues las actuales ya han demostrado su fracaso. Debemos intentar formar un futuro para todos, donde no prime la especulación, ni que tener cierto carné político te abra las puerta, ni parches salvavidas, pues la mejor noticia para un parado es que una nueva empresa se instale y busque trabajadores y no solo que el Ayuntamiento contrate de forma temporal 150 desempleados.

En serio, dejen de reírse de nosotros, los desempleados, y muévanse para que la clase obrera deje de pasar penurias.