Centralización de laboratorios clínicos en Cantabria: La opinión de un profesional

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El Gobierno de Cantabria con la justificación de del ahorro, pero en realidad también para cumplir una cláusula contractual con la unión de empresas que se ha hecho cargo de finalizar la obra del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) pretende unificar los laboratorios de análisis clínicos, microbiología, anatomía patológica y radiología en el mismo HUMV, o al parecer en "otra parte", según reza tal contrato.

Todo ello argumentado - y buzoneado - con un velo de racionalidad y sensatez, salvo el Presidente de Cantabria saliendo como un Miura de Sierrallana arrancando carteles en contra de la medida...

Si se me permite, voy a dar mi opinión sobre el asunto como profesional de la sanidad de Cantabria. La centralización de algunas pruebas analíticas puede ser positivo por el ahorro que se consigue simplificando proveedores y contratos de mantenimiento, de esto no hay duda. Por el contrario, hay determinadas analíticas y procedimientos que requieren inmediatez y precisan del contacto estrecho entre profesionales.

Por ejemplo, un cultivo de sangre o de cualquier líquido biológico requiere un resultado tan rápido como sea posible, incluso indiciario del germen para confirmar o modificar el tratamiento antibiótico instaurado; pues como está demostrado la administración temprana del antibiótico adecuado aumenta la supervivencia de los pacientes que padecen una infección, sobre todo si es grave. Hasta ahora, cuando hacemos una punción lumbar para descartar o confirmar una meningitis, o un cultivo de sangre, etc. la muestra de líquido biológico es procesada en nuestro centro y el facultativo de nuestro laboratorio se pone en contacto con nosotros, incluso telefónicamente, para informarnos del resultado, y poder iniciar o modificar un tratamiento antibiótico adecuado.

En el nuevo escenario, todo quedaría supeditado a la validación de la información en un sistema informático en red, por lo que la inmediatez y el contacto directo entre especialistas se perdería, siendo muy difícil el contacto entre profesionales y el recabar información parcial o indiciaria.

Digo esto con todo conocimiento: durante mi periodo de formación MIR en Barcelona sufrí un "sistema centralizado de analíticas" donde la información sobre pruebas diagnósticas, sobretodo microbiológicas, era lenta y podía llegar en algunos casos con retraso y en algunos casos había que repetirlas; no existía el contacto estrecho que me he encontrado en Sierrallana, donde el flujo de la información entre especialistas muy ágil y esto redunda en el paciente mejorando los resultados.

Igualmente ocurre con las muestras de anatomía patológica, sobre todo las muestras enviadas durante una intervención quirúrgica, da información en tiempo real de los resultados, marcan la extensión y orientan el esfuerzo quirúrgico; si esas biopsias tienen que viajar se pierde tiempo, o incluso puede que perdamos determinadas intervenciones de la cartera de servicios de nuestro centro, y lo pacientes tengan que ir a operarse de estos procedimientos a Santander.

El problema no está en que tengan que operarse en otro centro, es que el nuestro pierde valor añadido y le hace menos rentable desde el punto asistencial, social y económico. Lo mismo ocurre con la radiología, aunque exista la posibilidad técnica de la interpretación de las imágenes a distancia, existen procedimientos que necesitan de la presencia de un radiólogo.

En el fondo, sospecho - y como yo muchos compañeros/as – que este es un plan de la Consejería para eliminar, de forma paulatina cartera de servicios de los Hospitales Comarcales y así, con el tiempo encontrarnos con hospitales desmantelados por los hechos consumados con la excusa del ahorro, sin posibilidad de recuperar los servicios y cartera de servicio suprimidas, todo ello antesala de la privatización, cuando no del cierre de centros.

Naturalmente los políticos niegan todo esto -e incluso lo buzonean por los domicilios de la comarca -, pero hay precedentes en Sierrallana de como la Consejería trasladó a Santander la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria que funcionaba en Sierrallana de forma exitosa, a eso hay que añadirse un paulatino "fichaje" de determinados especialistas. Cuando nos demos cuenta igual ya es demasiado tarde. No creo que nadie se extrañe que desconfiemos sistemáticamente de los políticos, nos han engañado en muchas ocasiones y de varias maneras y casi siempre con resultados nefastos para los intereses de los ciudadanos y los profesionales.

Estas medidas contrastan fuertemente con la inversión millonaria – 840.000 euros sólo en acondicionar un anexo- para dar atención de urgencias pediátricas entre las 15.00 y las 22.00 horas, sábados y festivos serán 12 horas, incluso están pensando ampliarlo a 24 horas, pero sin posibilidad de ingreso en cualquier caso. Cuando lo que la ciudadanía solicitaba era la presencia de un pediatra en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) del Barrio Covadonga, alternativa mucho más económica y de la misma eficacia: pues como ya he mencionado, en Sierrallana no hay posibilidad de ingreso pediátrico, – ni está previsto, ni hay sitio disponible - con lo que los niños con indicio de gravedad tendrán que seguir "viajando" a la Residencia Cantabria. Seguramente es necesaria la presencia de un pediatra de guardia en Torrelavega, pero no con este nivel de gasto, sobre todo para no ofrecer ingreso.

En definitiva, se adoptan medidas de ahorro extremo, incluso temerario, en los servicios menos aparentes o que los ciudadanos no aprecian directamente, y se gasta sin criterio racional en todo aquello que da votos.

Nadie discute que los servicios de salud deben guiarse por el principio de máxima eficiencia –los mayores rendimientos con los recursos disponibles– y que los profesionales somos los primeros que debemos involucrarnos en administrar unos recursos cada vez más escasos, pero esta premisa tampoco nos debe llevar a ser cómplices de decisiones erróneas.

Hay determinados servicios y dotaciones que aunque desde el punto de vista contable son gravosos o deficitarios, no deben suprimirse pues son rentables desde el punto de vista clínico y de servicio público. Como decía Antonio Machado : "Todo necio confunde valor y precio".