Sociedad

La Princesa Letizia esquivó las protestas laborales y sociales utilizando la puerta trasera

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La Princesa de Asturias esquivó a los más de 600 manifestantes que este martes se concentraron en Peñacastillo para dejar patentes sus reivindicaciones laborales y sociales, utilizando la puerta trasera para acceder al Centro Integrado de FP número 1 de Santander donde junto al ministro Wert presidía la inauguración del curso de Formación Profesional.

Letizia Ortiz evitó cualquier gesto hacia los manifestantes, ni siquiera cuando al cruzar el patio del centro durante la visita, los gritos de los concentrados en las inmediaciones, sobre todo trabajadores de Sniace, fueron audibles para la multitudinaria comitiva que acompañaba a la Princesa en el acto. Los gritos de "Reforma Laboral, para la Casa Real" y "No hay pan para tanto chorizo", hicieron volver la cabeza a muchos, pero no a Letizia.

A la salida, de nuevo, con una maniobra de distracción, la Princesa evito cruzarse con quienes protestaban contra los recortes en Sanidad y Educación y denunciaban la situación laboral de Sniace y de Golden Line. La Policía pidió a los manifestantes que despejaran la carretera de la salida trasera para que pudieran pasar los coches, pero la comitiva utilizó esta vez la puerta delantera.

Cuando los concentrados advirtieron la maniobra y se desplazaron a la entrada principal del centro, Letizia Ortiz y el ministro Wert habían abandonado Peñacastillo, y fueron los representantes regionales y las autoridades los que recibieron los abucheos de los manifestantes, especialmente el presidente de Cantabria, Ignacio Diego.

Solo los más ingenuos de los presentes esperaban una entrada a pie de la Princesa de Asturias, menos aún un acercamiento a las vallas para hablar con los manifestantes. Sin embargo, sí que muchos se sintieron decepcionados cuando, ni siquiera con la seguridad de un centenar de metros de distancia y varias decenas de policías por medio, Letizia Ortiz tuvo el gesto de volver la cabeza o saludar con la mano a quienes clamaban por su trabajo.

La mañana fue un juego constante del gato y el ratón, no solo para los que querían protestar, sino incluso para los medios de comunicación. El protocolo de la Casa Real impuso que los periodistas acreditados tuvieran que elegir ubicación: o dentro del centro, sin posibilidad de salir, o en el exterior tras las vallas, junto a los manifestantes.

Una hora antes del acto, la recta frente a los centros educativos de Peñacastillo estaba tomada por las fuerzas de seguridad, vallada y con las pancartas de los colectivos que habían anunciado que aprovecharían el acto para hacer oír sus protestas.

Unos 250 trabajadores de Sniace, se desplazaron a Santander, junto a un pequeño grupo de Golden Line-Konecta, la otra empresa de Torrelavega inmersa en este momento en un conflicto laboral, y extendieron sus pancartas. También una nutrida presencia de miembros de las plataformas en defensa de la Sanidad y la Educación públicas. Algunos de estos últimos, aprovechando que estaban invitados al acto educativo, dejaron clara su protesta con camisetas o adornando sus coches con globos verdes.

Entre los manifestantes se vieron además banderas republicanas y enseñas del PCPE, colectivo que protagonizó algunos momentos de tensión con los policías nacionales que en todo momento impedían el acercamiento de los presentes a las instalaciones y las puertas del centro educativo.

Durante más de dos horas, las gargantas de los manifestantes no descansaron, con gritos que iban desde los problemas laborales, "Sniace y Vodafone, queremos solución", hasta consignas generales, en contra de la Monarquía ("A Letizia Ortiz, le pagamos la nariz"), el Gobierno ("Esto nos pasa por un Gobierno facha") y los recortes ("Menos policía y más Educación"), o la reivindicación de la clase obrera ("el hijo del obrero a la universidad, y el hijo del patrón, al campo a trabajar").

En el interior, Letizia Ortiz afirmaba que al Formación Profesional de calidad es "crucial" para la productividad y la competitividad de las empresas, y ha animado a los alumnos a mantener la "ilusión intacta" a pesar de los tiempos difíciles, porque tienen en sus manos la oportunidad de lograr un futuro más optimista. También reconoció el esfuerzo que cada día hacen los centros de FP para que sus alumnos salgar con una formación que les facilite el acceso al mercado laboral.

Por su parte, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha asegurado que ha llegado el momento de "remediar las consecuencias negativas" de no haber prestado toda la atención que merece la FP, dando lugar a una de las "debilidades" fundamentales del sistema educativo español y de las posibilidades laborales de los jóvenes.

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