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El Gobierno de Cantabria renueva la red de abastecimiento del barrio de Santa Bárbara en Reocín

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El consejero de Medio Ambiente, Javier Fernández, y el alcalde de Reocín, Miguel García Cayuso, han visitado hoy las obras de sustitución de las redes de abastecimiento en el Barrio Santa Bárbara, zona situada a ambas márgenes de la travesía de la carretera N-634 a su paso por Puente San Miguel. El proyecto cuenta con presupuesto de 167.889 euros y estará finalizado antes del verano.

Fernández ha manifestado que una de las prioridades del Gobierno de Cantabria es llevar el abastecimiento y el saneamiento a todos los municipios de la región. "Los vecinos son los beneficiados con este servicio que mejorará la calidad de vida en el barrio", ha destacado el consejero.

En esta línea, García Cayuso ha agradecido al Gobierno de Cantabria el "interés puesto en Reocín por esta y otras actuaciones". La implantación de las nuevas tuberías, "las repuestas tendrían 60 años aproximadamente", era una actuación necesaria que "la consejería ha apreciado y solucionado con carácter urgente", ha destacado el alcalde satisfecho con los trabajos realizados en un barrio "querido y entrañable".

Los trabajos, que beneficiarán a cerca de 600 habitantes, consisten en la sustitución de las tuberías antiguas de fibrocemento con diámetros insuficientes para dotar del caudal necesario a los vecinos, además de las frecuentes fugas y roturas que en la misma se producen, por otras apropiadas.

La implantación de las nuevas tuberías obliga a la reposición de los pavimentos de aceras y viales, por lo que se contempla la ampliación de aceras en los márgenes de la Carretera Nacional.

Asimismo, con el proyecto de renovación de la red de abastecimiento presentado por la Consejería de Medio Ambiente se está implantando una nueva red de tuberías de fundición y polietileno de mayor sección que permitan el suministro de mayores caudales a los vecinos.

La nueva red se dispondrá en su totalidad por espacios públicos bajo viales y aceras, renovando las acometidas domiciliarias de las viviendas, unas 170, y disponiendo los contadores en el exterior de las parcelas evitando molestias a los vecinos a la vez que se facilita la labor de lectura y mantenimiento de los mismos.