Cantabria

Condena de la Asociación de Fotoperiodistas tras el incidente de uno de sus socios con la seguridad de Pique y Shakira

Valoración del Usuario:  / 0
MaloBueno 
CamaraFotografica

Reproducimos a continuación de forma íntegra el comunicado elaborado y hecho público por la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Cántabros (APFC) tras lo que califican de "ataque" sufrido por uno de sus asociados por parte del entorno y el personal de seguridad del futbolista Gerard Piqué y la cantante Shakira, mientras realizaba su trabajo en la playa de Oyambre donde se encontraba la conocida pareja.

 

Comunicado:

Desde la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Cántabros, y a tenor de los hechos ocurridos recientemente, que ya son de conocimiento público, deseamos transmitir la información sobre los hechos, recabada de primera mano, y manifestar nuestra opinión.

En la tarde del jueves 2 de septiembre, uno de nuestros asociados -el profesional, colaborador del Diario Montañés, Javier Rosendo- se encontraba en una localidad turística costera ejerciendo su trabajo. Merced a una información filtrada, buscaba la manera de fotografiar a la pareja formada por Gerard Piqué y Shakira Mebarak - familia harto conocida por su proyección mediática- y consiguió su objetivo, ya que ambos se encontraban practicando surf en la playa de Oyambre. En el momento que la pareja sale del agua se produce el incidente entre nuestro compañero fotógrafo y el séquito de dicha familia que: abordan y rodean al fotógrafo, lo increpan, presionan e intimidan entre un grupo de más de 8 individuos, azuzándolo a gritos y violentandolo intensamente. Momentos después y a indicaciones del Sr Piqué, le retiran su cámara, se la sustraen de su persona y proceden a borrar las imágenes que pudiera haber captado, todo ello entre gritos, amenazas diversas y en una situación de inferioridad e indefensión del fotógrafo, que aunque contaba con testigos en la zona, no pudo oponerse a los hechos ante el riesgo de que el altercado tomara tintes más violentos contra su integridad. Después, y manteniendo la sangre fría, hizo que se personase la Guardia Civil y tomase nota de los acontecimientos.

Ante hechos de esta gravedad, con todo lo que ello implica, nuestra asociación se pronuncia con total determinación y dureza. No se puede consentir que un periodista en el ejercicio de su trabajo sea atacado impunemente de esta manera por cualesquiera otros ciudadanos, máxime cuando además se encontraba en un espacio público, y está perfectamente reglado el derecho que asiste a un profesional del periodismo de llevar a cabo su labor. Vemos con preocupación que hechos como este sean considerados como simples altercados por la opinión pública, o como incidentes ocasionales. No son sino una muestra de que un fotoperiodista es un testigo de hechos que quedan registrados en un soporte fotográfico, y subyace la idea de que cualquiera que se moleste por ello tiene derecho a atacarlo o menoscabarlo.

Sin perjuicio de las acciones legales que se deriven de estos hechos y del consiguiente ruido mediático que se origine, dada la notoriedad pública de los protagonistas, queremos incidir en unos conceptos para que la opinión pública pueda hacerse una idea más clara de la situación:

- Un periodista, sea cual sea el soporte en el que trabaje (escrito, gráfico, radiofónico etc..) tiene perfecto derecho a ejercer su labor en cualquier lugar o espacio público, sin que nadie reaccione contra él de manera intimidatoria o violenta. Lo contrario es objeto de persecución legal, por violación del derecho a la información.

- En caso de que se produjera cualquier situación de confusión, malentendido o altercado que haga necesaria la intervención de las fuerzas del orden, sólo la autoridad judicial competente está facultada para ordenar la intervención del material de trabajo del profesional, que en todo caso, no puede ser realizada de manera discrecional, mucho menos, de manera abusiva o con el uso de la fuerza o intimidación por parte de cualquier persona. De lo mencionado, se extrae la gravedad del asunto, por tanto se tiende a observar un creciente número de ataques contra los profesionales del periodismo por el mero hecho de realizar su labor, y con la sola justificación del parecer particular de los individuos. En este caso, no se ha conseguido el propósito, de coartar, manipular, e impedir que una información se publique ya que el material ha podido ser recuperado. Condenamos pues, y expresamos nuestra repulsa por hechos que lamentablemente no dejan de repetirse en nuestra geografía y que son representativos de otras sociedades menos evolucionadas. Trasladamos nuestro apoyo y soporte a nuestro compañero Javier Rosendo, y le acompañaremos en cualquier acción que tenga a bien realizar para la resolución de este suceso.