Cantabria

Siderit, de la producción de bebidas premium a la fabricación de hidrogel alcohólico

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El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Innovación e Industria, Francisco Martín, han visitado hoy las instalaciones de la destilería cántabra Siderit, ubicada en la localidad de Arce (Piélagos), que se ha reinventado en plena crisis del coronavirus y ha transformado su línea de negocio, la producción de bebidas premium de alta calidad, para fabricar hidrogel alcohólico.

 

Revilla y Martín han felicitado a los propietarios, David Martínez, Rubén Leivas y Liani Sarabia, por haber sabido convertir la crisis en una oportunidad de futuro para esta empresa que cuenta con 14 trabajadores y que, bajo el nombre de Laboratorios Arce, distribuye solución hidroalcohólica al mercado nacional e internacional y tiene concertado con el Gobierno cántabro un stock de seguridad para asegurar el suministro a la Comunidad Autónoma.

"Estamos ante una empresa de enorme futuro. Esto no va a ser una situación coyuntural, esto va a ser de uso obligado en el mundo en los próximos años, porque este virus, aunque acabemos venciéndolo de manera importante, va a seguir viviendo con nosotros", ha dicho el presidente, quien, además, ha valorado la intención de la empresa de crear una alcoholera en Cantabria para poder cerrar el circuito de una producción "íntegramente cántabra" y conseguir atenuar de esta forma la importante subida del precio del alcohol, cuyo valor se ha multiplicado por 10.

Por su parte, el consejero de Industria ha agradecido la implicación de Siderit con la protección sanitaria de Cantabria, ya que, ante la dificultad que había en un primer momento para conseguir este tipo de productos, "esta empresa se dedicó a fabricar hidrogel fundamentalmente para los cántabros", para lo que llegó a utilizar, incluso, bebidas que ya tenía embotelladas y listas para distribuir.

"Es un ejemplo que lo hay que agradecer, reconocer y potenciar", ha dicho Martín, que ha insistido en el potencial de Cantabria para generar toda una industria de suministros sanitarios.

En representación de Siderit, David Martínez ha explicado que la idea de la firma en un primer momento era contribuir a suministrar un producto tan necesitado como el hidrogel, para lo que recibieron la autorización del Gobierno cántabro y llegaron a producir y distribuir cerca de 21.500 litros en las primeras semanas. Sin embargo y dado el impacto que la crisis también ha provocado en la industria del alcohol por el cierre de la hostelería, los propietarios vieron la posibilidad de abrir una nueva línea de negocio y centrarse en la producción a escala de este tipo de solución desinfectante. Fue entonces cuando decidieron crear la filial Laboratorios Arce, solicitar todas las autorizaciones necesarias y restructurar sus instalaciones para poder fabricar entre 4.000 y 5.000 litros diarios de hidrogel.

La destilería Siderit nació hace 5 años y se dedica a la producción de bebidas premium de alta calidad, combinando formas artesanales muy identificadas con el territorio con equipos de producción innovadores. Inició su actividad en una nave de 80 metros cuadrados en la que producía 6.000 botellas al año. Hoy en día tiene su sede en una fábrica diez veces mayor y vende 250.000 unidades al año en más de 35 países. De hecho, el 85% de sus ventas está en el exterior.

Siderit es la única marca que destila en alambiques de vidrio en columna fraccionada con reflujo, muy utilizados en los laboratorios, pero poco explorados en el sector bebidas por su baja capacidad de producción y carestía, a pesar de que la pureza de cada destilado equivale a cinco destilaciones en un alambique tradicional de metal. La conexión con el territorio viene dada por el uso para su ginebra de botánicos endémicos de Picos de Europa como Syderitis Hissopifolia o té del puerto, que da nombre a la marca, y la elaboración del vodka a partir de alcohol obtenido por la fermentación de los azúcares de la leche, en lugar de la patata como es habitual.

Debido a la rápida evolución del COVID-19 y ante la necesidad que hay a nivel europeo de equipos de protección y el desabastecimiento de geles hidroalcohólicos en el mercado, la empresa se planteó la transformación de su negocio y se puso a disposición del Gobierno cántabro, a través de la Consejería de Industria, para elaborar este producto sanitario y ayudar a combatir la pandemia.

Así, desarrolló una solución a partir de su experiencia en el mundo del alcohol y, en un primer momento, comenzó a fabricar hidrogel para el sector de las emergencias, aunque posteriormente ya obtuvo licencia de la Agencia Europea del Medicamento para poder suministrar a cualquier cliente. De esta forma, la marca ha abierto una nueva línea de negocio que afianza su supervivencia y le permite diversificar tanto su cartera de productos como sus potenciales clientes.