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Torrelavega

Los trabajadores de Sniace esperan encerrados su propio lunes de resurrección

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Las analogías podrían ser infinitas. Si los trabajadores de Sniace han tenido su calvario a lo largo de dieciséis meses de conflicto laboral y protestas y un vía crucis de estaciones/reuniones/acuerdos/desacuerdos, como no iban a vivir su propia Semana Santa. Imposible más recogimiento que estar encerrados desde el miércoles en la fábrica, más pasión que dejar a sus familias y amigos para luchar por lo que creen justo o más sufrimiento que pensar que el martes una sentencia puede suponer el fin de todo por lo que han estado luchando.

Y en esas analogías, la plantilla espera que este lunes sea el de resurrección, o al menos el balón de oxígeno que supondría que los administradores concursales se avengan a aplazar el juicio en la Audiencia Nacional por la demanda sobre la legalidad de los despidos presentada por la empresa. Saben que después aún quedarían muchos obstáculos por superar, pero ahora se trata de salvar la liquidación a que quedaría abocada Sniace si los magistrados dicen que el despido fue nulo. 

Los trabajadores se encerraron el miércoles en la fábrica como última medida de presión para intentar que los administradores acepten aplazar la vista en la Audiencia y abrir una negociación laboral, buscando tanto dar una solución a las 533 personas de la plantilla como garantizar la continuidad de los empleos de la empresa.

Los encerrados eran conscientes de que estos días festivos no habría noticias ni avances, pero a medida que se acerca el lunes aumenta la inquietud. El martes es la fecha del juicio y aunque hasta que salga la sentencia habría unos días de margen, incluida la reunión que el comité mantendrá con los administradores el jueves 24, el lunes es el punto de inflexión para saber la disposición de los administradores.

En esa tensa espera, los trabajadores intentan entretener el tiempo, que se hace largo. Las visitas de familiares y amigos, y de diferentes ciudadanos y colectivos que les trasladan su apoyo, hacen más llevadero el encierro y son el principal sostén para los encerrados.

También los mensajes de solidaridad que está recibiendo la plantilla, y que se leen cada día en la asamblea de las 19.30, son un empuje para que los encerrados mantengan el ánimo. Igualmente, diferentes políticos están acudiendo estos días a la verja de Sniace para mostrar su apoyo a la plantilla.

Para los que están dentro, los "circuitos" para caminar o correr, según la forma física; las "visitas guiadas" por los distintos departamentos de la fábrica, que permiten que trabajadores que llevan años en Sniace conozcan zonas en las que, curiosamente, nunca habían estado; los torneos de cartas; o la preparación de la comida común, son las actividades más populares.

También está la televisión, la lectura, los móviles que permiten estar en contacto permanente o conocer al momento lo que ocurre en el mundo, y sobre todo, las tertulias. Porque en los tiempos de tecnología y de redes sociales, la conversación directa, sobre todo con quienes viven las mismas circunstancias, es insustituible.

Además, desde este viernes, el rodaje de un documental sobre el encierro, supone una novedad en el encierro. El director torrelaveguense Pedro Telechea ha comenzado este viernes el rodaje de un documental sobre esta protesta y sobre el drama social y laboral que vive Torrelavega.

La iniciativa surgió de un grupo de ciudadanos y cuenta con el comité de empresa, y será financiada mediante aportaciones populares, a través de las donaciones que se recogerán este lunes, en la manifestación en apoyo de los trabajadores de Sniace convocada desde Torrelavega hasta la factoría, y a través de una cuenta bancaria abierta para este fin.