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Nos vamos de pubs (1ª Parte)

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Artes

El recuerdo de los pubs de Torrelavega, mantiene una evolución histórica como la de los sistemas operativos y los de telefonía. Es decir, evolucionan generacionalmente.
En una primera generación 1.1, y como por generación espontánea, el "Pub a Gogó" con nuestro amigo Paco eternamente al frente, siempre presidiendo la idea. Estoy seguro que a efectos estadísticos y de rigor histórico, el "Pub a Gogó" debiera haber recibido, sin duda, la calificación de "prototipo". Cuando Dios inventó El Pub, creó el Gogó. Y seguro que fue la víspera del séptimo día... (por la noche).

Afortunadamente, uno puede presumir de haber nacido más tarde que el Pub a Gogó, que comenzó su andadura el día 4 de Enero de 1961, y se mantuvo siempre abierto hasta que Paco felizmente recibió su merecida jubilación, entrado ya el nuevo siglo. Tan íntimamente vivió ligado Paco a su Pub que siempre se le conoció, y aún hoy es así, como "Paco Gogó".

Compartieron tiempos de "Primera Generación", el Pub Lords en la Inmobiliaria, creado por "Manolo Gaviota", apodo este que recibió de su posterior Pub "La Gaviota", al que tan solo separaba del Gogó, la vuelta de la esquina en la Plaza del Grano. Posteriormente, "Manolo Gaviota" junto con Tino Cacho, abrieron el Pub El Jardín donde alojaron ese estilo limpio y blanco que recreaba la alegría de la luz mediterránea de Ibiza, destino este que en aquel momento estaba constituyendo un emblema de la libertad y de la modernidad. En este local tengo yo la primera noción de "ir a un pub", y recuerdo los precios perfectamente: los refrescos 75 pesetas y los combinados 125 con Larios y 150 con Gondon´s.

Pero nosotros éramos muy niños y solo sabíamos de aquellos lugares lo que intuíamos a través de sus puertas entreabiertas. Creo que lo que la imaginación nos hacía ver entonces (intuir, mejor dicho) es irreproducible ahora mismo, especialmente porque seguro que no era cierto. La conjunción del nuevo concepto de "Pub" sin haber transitado aún perfectamente desde su origen como "Club", aquella puerta entreabierta ocultando la oscuridad, y la mente en plena ebullición de chavales de doce años, nos causaba una atracción especial que nos obligaba diariamente a asomarnos por aquel hueco para ver lo que no era, e imaginar lo que ni tan siquiera parecía.

El Anticuario fue el Pub que dio el tránsito a la segunda generación, pero sería difícil, muy difícil, determinar si era un Pub versión 1.2 o 2.1... Lo que es cierto, es que desde la Plazuela de San Bartolomé, el Pub El Anticuario de la mano de los hermanos Peña llenó años y años, de tardes de copas y café (la presencia del café era algo novedoso en los pubs), y muchas horas también de música en vivo. Los amantes de la música en vivo entre los que me encuentro, tenemos mucho que agradecer al Pub El Anticuario, posteriormente al Bohemios durante la etapa en que lo explotó Felipe, y al Pub Charlot donde al principio de los años 80´ vino a actuar Joaquín Sabina cuando aún pisaba el suelo sin tocar la gloria. Se cuenta por ahí que fiel a su vida de crápula, Joaquín cerraba las noches del Anticuario.

Y así nació la segunda generación, que llegó a Torrelavega directamente desde Madrid y de la mano de un gran hostelero de Torrelavega y de Suances: Marcelo Fernández. Primeramente con el Pub Zapatos, en la Plaza del Grano junto con su socio Pedro Ansorena y un poco después con el Pub Mosaico, cuya decoración fue realmente impactante para todos nosotros. Fue en el Mosaico donde mi generación comenzó a hacer "vida de pub", entre plato y plato de patatas fritas con ketchup y mayonesa de "El Kontiki". Es curioso ver como El Kontiki se ha colado en este recuerdo, con la misma humildad que se colaba en nuestras tardes de juventud. El Kontiki y sus patatas, El Riojano y sus cacahuetes, El Cosechero y sus relojes, y el Español y "sus tardes de progresía"... fueron testigos de la transición desde los bares "de siempre" a los novedosos pubs cargados de marcha, watios y movida.

Desde este papel me doy cuenta de cuánto tiempo empleamos en disfrutar de aquellos puntos de música, de charla, de movida recién inventada y de evolución en nuestras vidas. Tanto tiempo empleamos, que por primera vez en mis entregas, he tenido que volver al título y escribir un "1ª Parte" sin saber cuántas habrá, porque quedan muchas generaciones de pubs y de tardes de fiesta que recordar.

(Gracias por la idea, Susana)