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Economía

El avión que ha cruzado el Atlántico con energía solar ha utilizado tecnología desarrollada por Solvay

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El avión Solar Impulse 2 (Si2), que ha realizado una travesía trasatlántica propulsado exclusivamente por energía solar, ha utilizado tecnología desarrollada por el grupo Solvay, que tiene en Torrelavega su principal planta en España. El Solar Impulse ha aterrizado hoy en Servilla después de una travesía de más de 70 horas de vuelo (tres días y sus tres noches), con cero combustibles y cero emisiones.

 

Desde que Solvay se convirtió en el primer socio tecnológico del proyecto Solar Impulse hace 12 años, sus equipos de investigación e innovación han sido esenciales para reducir al mínimo el peso de la aeronave y en la maximización del almacenamiento de la energía, permitiéndole volar durante la noche, ha informado el grupo en un comunicado.

Solvay ha creado 15 innovadores productos que han sido aplicados en más de 6.000 piezas que ayudan a la generación y almacenamiento de la energía, optimizan el consumo de combustible y aportan ligereza a la estructura del avión.

Según ha explicado el grupo, presente desde el inicio del proyecto en el año 2004, "ha contribuido al éxito de volar con energías limpias aportando valor con el desarrollo de pioneras tecnologías". Con esta iniciativa, han añadido, Solvay afianza su posición de liderazgo en energías renovables, eficiencia energética y movilidad sostenible.

En concreto, las contribuciones de Solvay en el Solar Impulse se han materializado en las siguientes áreas. Captura de energía: en la creación de películas para proteger las células fotovoltaicas y para el relleno de los huecos entre las placas. Almacenamiento de energía: optimizando la densidad de la energía y reduciendo el peso de las baterías de litio. Estructura: en el diseño de los soportes del larguero de las alas y el aislamiento de la cabina. Sustitución del metal: en los tornillos de las alas, en los cilindros neumáticos que protegen el tren de aterrizaje, en los instrumentos de vuelo de cabina y en los clips que soportan las luces en la parte delantera de las alas. Otros, como la lubricación de los motores, la fibra inteligente para la confección de la ropa de los pilotos y la estructura del hangar móvil inflable.

El avión, realizado en fibra de carbono, tiene 72 metros de envergadura (mayor que la de un Boeing 747) y un peso de 2.300 kilos (equivalente a un vehículo familiar vacío). Las 17.248 células solares desplegadas sobre sus alas y las cuatro baterías almacenan la energía solar y propulsan las hélices únicamente con energía limpia. Gracias a sus baterías ahorra durante el día la energía que usa durante la noche y tiene una autonomía ilimitada.

Solvay está implantado en Torrelavega desde 1904 y su planta de Barreda elabora carbonato sódico y bicarbonato sódico.