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Economía

Mezquita: “Todavía queda mucho por hacer en Sniace, pero intentaremos que el camino sea lo más corto posible”

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"Satisfacción, por su supuesto que sí, pero todavía queda mucho por hacer, esto es una hoja de ruta que vamos a ejecutar lo antes posible, intentaremos que el camino que falta por recorrer sea lo más corto posible". Así valoraba el presidente de Sniace, Blas Mezquita, el paso dado hoy con la firma del acuerdo laboral entre la dirección de la empresa torrelaveguense y el comité, que abre la puerta a la vuelta de la plantilla y la reapertura de la factoría.

Aunque Mezquita se mostraba contenido a la salida de la reunión celebrada en el ORECLA, "durante todo este tiempo hemos preferido guardar silencio y trabajar y tratar de solucionar los problemas", y cauto, porque los obstáculos a superar para que Sniace vuelva a funcionar son muchos, reconocía que el acuerdo entre trabajadores y empresa es un avance importante.

Tampoco los trabajadores se llaman a engaño pensando que el camino está despejado. Saben que ahora hay que conseguir que la Audiencia Nacional apruebe la reversión de los despidos y después aún quedaría la Junta de Acreedores para llegar a la reapertura. Pero hoy han querido disfrutar, por fin, de una buena noticia.

"Después de una larga lucha de dos años y más de un año desde que fuimos despedidos, por primera vez desde el comité podemos decir que tenemos algo positivo", señalaba su secretario, Antonio Pérez Portilla, al dirigirse a la salida de la reunión a los trabajadores que han esperado en la calle la noticia del acuerdo.

Una reunión en la que se ha cumplido el guion previsto y el acuerdo laboral se ha firmado por los sindicatos que tienen la mayoría en el comité: UGT, SU y CCOO. El minoritario USO ha mantenido su postura de rechazar el texto y no ha firmado, como tampoco lo ha hecho un delegado ugetista que hace unas semanas se desmarcaba del comité y la votación de la plantilla y por razones personales no rubricaba el documento.

A pesar de ello, el encuentro en el ORECLA se ha prolongado durante dos horas y cuarto, entre otras cosas para hacer rectificaciones de última hora en el texto -que la empresa no traía cerrado-, leer el documento y firmar, un proceso laborioso porque cada uno de los doce miembros del comité que han suscrito el acuerdo y la empresa han tenido que estampar su rúbrica en nueve copias, cada una de 30 páginas.

De forma inmediata ese acuerdo se comunicará a la Audiencia Nacional, que tiene la decisión para hacer prevalecer dicho acuerdo sobre la sentencia que el pasado mes de julio ratificaba la legalidad del despido de la plantilla hace un año y retrotraer la situación a septiembre de 2013.

Pérez Portilla ha señalado que no saben qué formula se seguirá en la Audiencia en este trámite y si el comité deberá personarse ante la sala, pero cree que el pronunciamiento del magistrado podría producirse antes de quince días. Sí la Audiencia aprueba esa reversión del despido, un logro novedoso en España, empezará otra etapa del proceso, en la que ya los trabajadores solo podrán esperar una resolución positiva.

En esa fase será el turno de la dirección, porque una vez que el juez concursal resuelva las "incidencias" (reclamaciones de los acreedores disconformes con las cantidades reflejadas en el concurso, que en este caso han sido cinco o seis de pequeña entidad), convocará la Junta de Acreedores, que tendrá la última palabra sobre si la fábrica de Torrelavega debe ir a liquidación o continuar.

La dirección de Sniace deberá presentar un Plan de Viabilidad de la empresa al menos 40 días antes de la celebración de la Junta, que junto al Plan Laboral que hoy se ha firmado convenzan a los acreedores de que la factoría tiene futuro. Mientras, comité y dirección deberán negociar un Expediente de Regulación de Empleo para dar salida a los prejubilados.

Ese Plan de Viabilidad, según ha manifestado la propia empresa, no diferirá mucho del presentado "en septiembre", con correcciones como la renuncia a continuar con la cogeneración y optar por volver al carbón para suministrar energía a la planta, ha señalado Pérez Portilla.

En cuanto a las condiciones laborales, el documento que se ha firmado hoy contempla la readmisión de la plantilla (salvo unos 30 trabajadores que han pedido la cuenta), la prejubilación de los comprendidos entre los 58 y los 63 años, para llegar a una plantilla objetivo de 326 personas.

Además prevé que los relevistas que agoten su contrato pasen a una bolsa de empleo exclusiva hasta que todos ellos tengan puesto fijo en Sniace.

Para los trabajadores "readmitidos", se plantea un salario social de 800 euros mensuales para quienes acaben el desempleo hasta la arrancada de las fábricas, y después una rebaja salarial del 15%, que subirá al 17,5% para los mandos intermedios y el 20% para la alta dirección.

También se establece un convenio colectivo de seis años, con tres de congelación salarial y otros tres en que los salarios subirán el IPC más medio punto, además de una rebaja de ocho horas en la jornada laboral en el último de esos ejercicios.

"A partir de ahora queda un camino que recorrer, pero la situación antes de firmar este acuerdo y ahora es como de la noche al día", ha dicho el secretario del comité.

Respecto al proceso, ha lamentado que USO rompiera la unidad sindical desde el pasado mes de septiembre, cuando tras ser despedidos el representante de ese sindicato, Justino Sánchez, dijo que "el comité ya no existía, que éramos una peña de amigos y que no había nada que hacer". Algo que "debería hacerles reflexionar", ha añadido.

Por eso, entiende que el desmarque de USO del resto del comité y la defensa de su rechazo del acuerdo, argumentando que 45 de sus afiliados han expresado que no comparten el global del texto, aunque el 90% si respalda las condiciones laborales, es "el resultado" de ese "abandono" de la lucha que este sindicato hizo desde que se produjo el despido de la plantilla.

El sindicato USO ha sido objeto hoy de las críticas y las increpaciones de los trabajadores de Sniace, unos 150, concentrados a las puertas del ORECLA. Los representantes de USO, Justino Sánchez, como delegado en Sniace y secretario general en la comarca del Besaya, y José Vía, como secretario de Acción Sindical de FIA-USO, han llegado al ORECLA una hora antes de la fijada para la reunión, para evitar encontrarse con la plantilla.

El argumento de USO para no firmar es que, aunque comparten las cláusulas laborales, las disposiciones extralaborales incluidas en el texto supondrían, según este sindicato, la "exoneración" de la dirección de Sniace de cualquier posible reclamación de los trabajadores contra su gestión. Un aspecto negado por los representantes legales del resto de sindicatos y del comité.

En cambio la empresa, representada en la reunión por el presidente Blas Mezquita, el consejero Miguel Gómez de Liaño y el asesor legal Alberto Novoa, ha llegado al filo de las 13.00 horas, escuchando algunos silbidos e increpaciones de los trabajadores concentrados a la puerta del ORECLA.

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