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Economía

La duración del convenio y la congelación salarial, principal escollo para alcanzar un acuerdo laboral en Sniace

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La duración del convenio colectivo que regirá las cuestiones laborales tras la reincorporación de la plantilla y, sobre todo, la duración de la cláusula de congelación salarial, es el principal escollo que separa a la dirección y el comité de Sniace para poder llegar a un acuerdo.

El comité considera que en este momento se encuentra cerrado "el 80% del posible acuerdo", pero también destaca que "lo que queda es poco, pero es muy importante". Además del convenio, queda por resolver la situación de algunos trabajadores de Viscocel que, con la reorganización de la fábrica perderán pluses y vacaciones, de forma que su rebaja salarial "real" superará el 15% pactado para la plantilla.

La empresa ha aceptado reducir el convenio de los diez años que planteaba inicialmente a cinco años en los que quiere mantener la congelación salarial, mientras que el comité reclama que para 2017 y 2018 se pueda negociar una subida salarial y en 2019 un nuevo convenio.

El presidente de Sniace, Blas Mezquita, se ha comprometido a "estudiar y dar una respuesta" a la duración y condiciones del convenio, así como a la situación de los trabajadores de Viscocel, avanzando que "se estudiará cada caso individualmente".

En cambio, la empresa ha aceptado crear una bolsa de trabajo para los relevistas, de cara a cubrir las bajas y jubilaciones que se producirán a corto plazo, para mantener esa plantilla objetivo de 326 trabajadores que marca la empresa. Dicha bolsa tendrá la misma duración del convenio y será cerrada para los relevistas hasta que todos se hayan reincorporado a la plantilla con "contrato fijo".

También ha aceptado la posibilidad de que quienes hayan encontrado un trabajo temporal en este año desde que se produjo el despido puedan pedir una excedencia hasta la reapertura de la fábrica, y mantiene el salario social de 800 euros para los que agoten el desempleo antes de esa reapertura, así como las condiciones para las prejubilaciones.

Empresa y sindicatos se han reunido hoy en Burgos durante cerca de cuatro horas, en las que se ha "avanzado notablemente" en algunas de las cuestiones que el comité había exigido en el encuentro anterior, sin embargo considera que aún quedan puntos importantes por resolver.

Las dos partes han acordado volver a reunirse el próximo lunes, a las 17.00 horas, de nuevo en Burgos, para intentar cerrar un acuerdo. La premura de plazos obedece a que el día 24 vence el plazo para que el comité presente el recurso ante la Audiencia Nacional que "mantenga vivo" el conflicto laboral y la negociación.

Los sindicatos exigen para dar el paso de recurrir que la dirección firme un "acuerdo o preacuerdo", a expensas de que la última palabra la tenga la Junta de Acreedores, porque "no queremos tomaduras de pelo", han subrayado.

En la asamblea celebrada en la fábrica al regreso del comité a Torrelavega, cerca de la medianoche, los sindicatos han detallado que el próximo lunes de nuevo a su vuelta habrá una asamblea informativa y posteriormente, si hay acuerdo con la empresa y los plazos de tiempo lo permiten, se celebrará otra donde los trabajadores votarán si aceptan la firma.

"Hacemos un llamamiento a los compañeros de USO para que vengan a votar, lo que sea, pero que vengan, porque es importante dar una señal de fuerza a la empresa", ha señalado el secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, explicando que el delegado de ese sindicato ya ha anunciado que harán su propia votación entre los afiliados.

La empresa "insiste" en que es necesaria la "unanimidad" de los cuatro sindicatos representados en la comisión negociadora, UGT, USO, SU y CCOO, aunque la Unión Sindical Obrera se desmarcó del resto del comité tras el despido de la plantilla el pasado mes de septiembre.

Pérez Portilla ha explicado que el delegado de USO ha planteado en las últimas reuniones reticencias a firmar el acuerdo, no ya por los aspectos laborales, en los que ese sindicato no presentó alternativas al documento inicial de la empresa, sino por las cuestiones jurídicas que Sniace insiste en incluir en el texto.

Esas cuestiones se refieren a las circunstancias que habrían llevado a la crisis de la fábrica, que para la empresa son "entre otras, la reforma energética", o la aspiración de Sniace de que la administración acepte que parte de los terrenos, en concretos los situados frente al Complejo Oscar Freire, sean recalificados para uso terciario, a cambio de revertir a uso industrial otros con esa calificación en la zona del recinto más cercana a Torres.

"Esas cuestiones para nosotros no son importantes, lo prioritario son los aspectos laborales: el convenio, las jubilaciones, la bolsa de trabajo...", ha insistido el comité. Sin embargo la dirección de Sniace reclama "para dar garantías a los inversores" de una futura paz social que se garantice la unanimidad.

Algo que preocupa al comité por la actitud del delegado de USO a lo largo de estos meses y en las últimas reuniones en las que se ha ido haciendo más factible un acuerdo que permita retrotraer el despido de la plantilla y reabrir las fábricas "sin ningún despido traumático". Una actitud que achacan al afán del representante de USO por "defender la postura del Gobierno y del presidente Diego".

Pérez Portilla (UGT) ha dicho que "condicionado a que el lunes veamos si se puede rematar la jugada, este acuerdo nos permitirá decir en voz muy alta que la lucha que hemos mantenido estos dos años habrá merecido la pena".

Una valoración que han compartido los delegados del SU, Mario Villar, y de CCOO, Luis Corrales, subrayando que "seguramente el acuerdo será mejorable" y que "todos nos dejamos muchas plumas", pero si se culmina se habrá conseguido el objetivo de reabrir la fábrica "sin ningún despido traumático", el mismo que llevó a la plantilla a votar casi por unanimidad el pasado mes de septiembre en contra de la propuesta que proponía la empresa.

En la asamblea de este jueves, a petición de los trabajadores y recibido y despedido con aplausos, ha tomado la palabra el asesor laboral de CCOO, Juan Ramón Soriano, para explicar a la plantilla que seguirá en ese puesto hasta el mes de diciembre, cuando de forma voluntaria entrará en el ERE que ha presentado su organización, "aunque continuaré con vosotros como sindicalista", y como miembro de la ejecutiva de la Federación de Industria.

Soriano, que también ha explicado que sus últimas ausencias de reuniones con la empresa no obedecen a este motivo, sino a situaciones luctuosas familiares y a algunos problemas de salud, ha aprovechado para destacar la labor realizada por el comité en la negociación con Sniace y lo "avanzado" en las últimas reuniones, y pedir a la plantilla que les den "un voto de confianza" para tomar las decisiones que sean necesarias.