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Economía

Novoa: “Mezquita y Liaño ya no llevan la batuta de Sniace, ahora hay que convencer a los acreedores”

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"La gente cree que Sniace es Blas Mezquita o Gómez de Liaño, se les olvida que ellos ya no llevan la batuta de la empresa, ahora hay que convencer a la Junta de Acreedores". El asesor legal de Sniace, Alberto Novoa, insiste en que todavía hay tiempo de alcanzar un acuerdo laboral, pero también en que es difícil pensar en un plan de viabilidad sin despidos que permitan "ajustar" la plantilla.

El abogado, protagonista estos últimos días de las valoraciones en torno a la complicada situación de la fábrica torrelaveguense, cree que la empresa "ha dicho todo lo que está dispuesta a exprimir a sus accionistas" y ahora es el turno de los trabajadores y de "quien les representa" poner sobre la mesa hasta donde están dispuestos a poner para que Sniace siga adelante.

En declaraciones a HoyTorrelavega, Novoa ha recordado que "no es una negociación habitual" y por tanto la empresa no puede "poner una cifra", sino que el comité tiene que reducir los "costes a la mínima expresión", porque la dirección de Sniace debe "vender" ese plan de viabilidad a "terceros a los que se debe mucho dinero" y a los que hay que convencer.

Reitera el asesor legal que ahora la empresa está en manos de los administradores concursales y, sobre todo, que la última palabra la tienen los acreedores. "No es lo mismo llegar a la Junta de Acreedores con un acuerdo a coste razonable que sin acuerdo" y siempre será "más fácil vender" un plan de viabilidad "más barato" y con "una plantilla ajustada".

Preguntado si la empresa presentará en el plazo que resta –unos diez días hábiles- hasta que la sentencia de la Audiencia Nacional sea firme la propuesta de plan laboral y de vialidad que le exige el comité, el abogado entiende que la dirección de Sniace, como se comprometió en la última reunión, el pasado día 11 en Burgos, "actualizará" los datos de su último plan de viabilidad. Sin embargo, asegura que desconoce cuándo y cómo.

También se ha referido Novoa a las demandas individuales en los juzgados de lo social por defectos de forma en las cartas de despido, y a la polémica generada por la nota de prensa emitida por su bufete, en la que se acusaba a los trabajadores de pretender ganar esos juicios gracias a las "influencias" de sus abogados en los tribunales cántabros y a la "presión" social de la plantilla.

El abogado ha rechazado que pretendiera acusar a los tribunales cántabros de dejarse influir, y ha preferido incidir en que con esas demandas individuales "perdemos todos", porque si se ganan llevarían a Sniace a la liquidación, ante la imposibilidad de hacer frente al coste de unas indemnizaciones de 45 días

Aunque comparte que los trabajadores, ante la ratificación de los despidos y si no hay perspectivas de un acuerdo que les permita recuperar su empleo, piensen que "efectivamente, se saca más con una sentencia de improcedencia que con una de procedencia", ha lanzado el mensaje de que "la gente no crea que el FOGASA paga los 45 días" de indemnización, "hay límites" y unos criterios que restringen las cuantías.

El asesor afirma entender "la situación de los trabajadores, de las familias, de Torrelavega", y lo "complicado" de las circunstancias, incluso que "desconfíen" de la dirección de Sniace después de 19 meses de conflicto y negociación. Pero "desde la empresa siempre se nos ha pedido que informásemos desde el punto de vista de la viabilidad, siempre, siempre..., eso es una verdad absoluta", ha manifestado a HT.

Igualmente, considera que "el papel del comité es muy complicado", porque este conflicto tendrá "un coste social" y "es muy difícil que todo el mundo salga contento". A su juicio, "es un papelón para empresa y trabajadores", porque incluso dentro de la plantilla hay "colectivos diferentes, con intereses diferentes" y "hay cosas que hay que decir y que nadie quiere oír", añadiendo que "no me gustaría estar en la piel del comité".

En cuanto a su función como asesor de la negociación laboral, asegura que no es "enemigo de nadie", aunque comprende que los trabajadores puedan verle así. "Lo de liquidador no me gusta nada, no me hace ninguna gracia despedir a la gente, pero es mi trabajo; es como si echásemos la culpa al enterrador de que alguien se muera", ha apuntado.

Alberto Novoa ha querido sacar a relucir su parte humana, señalando que "yo también soy un trabajador, yo también tengo familia e hijos" y en ese entorno también ha habido gente "despedida por un ERE". Su objetivo, "personal y profesional" sería alcanzar un acuerdo y si bien el ganar el juicio en la Audiencia Nacional es un "éxito" el que el periodo de negociación concluya sin lograrlo lo entiende como un "fracaso".

Finalmente, Novoa sigue apostando porque hay tiempo para alcanzar un acuerdo y hace suyas las palabras del presidente de Cantabria, Ignacio Diego, que ayer aseguraba que "mientras hay vida hay esperanza".

Por su parte, el comité que esta semana ha presentado el anuncio de recurso a la sentencia de la Audiencia Nacional que dio la razón a la empresa y ratificó la legalidad del despido de septiembre, ha convocado una asamblea, este jueves día 17, a las 11.00 horas en la fábrica.