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Economía

Los 150 trabajadores de Golden Line denuncian que la empresa que les ha subrogado intenta “deshacerse” de ellos

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Los 150 trabajadores de Golden Line, un call center de Torrelavega que hasta ahora prestaba servicio a Vodafone, han denunciado que la empresa que se ha quedado con ese servicio y ha subrogado a la plantilla, Konecta, intenta "deshacerse" de ellos imponiendo un traslado forzoso del personal a su centro de Valladolid. Los trabajadores aseguran que la empresa pretende prescindir de estas 150 personas y utiliza esta medida, sabedora de que es "muy complicado, cuando no imposible" para una familia trasladarse a Valladolid y asumir los gastos que ello conlleva con un salario de 900 euros.

Los directores de Recursos Humanos de Golden Line y de Konecta, han informado hoy mismo al comité de empresa de empresa de su decisión de trasladar a toda la plantilla de Torrelavega al centro de Valladolid. El traslado se haría efectivo a partir del próximo 1 de octubre y para comenzar su tramitación el lunes se abrirá el periodo de consultas que marca la ley y la formación de la mesa de negociación.

La conclusión del comité es que Konecta pretende conducirles "a Valladolid o al paro", ha señalado el delegado sindical de CCOO, Román Benito. La empresa, ha explicado, aduce como motivo los estudios de viabilidad y "dice que en la actualidad las plataformas de atención al cliente están al 50% de su rendimiento óptimo y no son rentables de mantener en estas condiciones las de Valladolid y Torrelavega".

Sin embargo, los trabajadores ven "una clara intención por parte de Konecta de deshacerse de los trabajadores" con esta acción, ya que, contrariamente a ese argumento, "se sabe que el mismo grupo Konecta y Vodafone tienen incluso intención de traer a España servicios de atención telefónica que ahora están prestando principalmente en Hispanoamérica, eso supondría la generación de nuevos servicios y necesidad de que se atiendan en los call centers de la compañía aquí en España, con lo cual el volumen de llamadas aumentaría y la carga de trabajo seria mejorada con respecto a la vigente en la actualidad", ha manifestado el delegado sindical a través de un comunicado.

Según ha dicho, al preguntar a los directivos sobre las posibilidades de retener el servicio en Torrelavega aseguraron que es "inviable", que la decisión es "irrevocable" y que no se contempla la posibilidad de que el centro cántabro pueda seguir funcionando mediante algún tipo de ayuda o subvención pública. "Lo cual refrenda aún más nuestra idea y convencimiento de que no se trata ni más ni menos que de una manera oculta de prescindir de 150 trabajadores, acogiéndose al traslado de los mismos, a sabiendas de que para una familia es muy complicado, cuando menos imposible desplazarse a Valladolid a trabajar con un sueldo de 900 euros de media, haciendo cargo a las costas de alquiler, comida, gastos mínimos en el destino, reubicar a sus hijos escolarizados, dejar aquí a sus parejas en sus trabajos, y seguir pagando en muchos casos las hipotecas en sus ciudades de origen", ha asegurado Benito.

En opinión del comité de empresa, amparados por ley en las facilidades de movilidad "pretenden quedar bien, vendiendo la moto de que subrogan al 100% (1.600 trabajadores incluyendo a Valladolid) acogiéndose al artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, y sin embargo por detrás usar las armas de forma mezquina para a través de la maquinaria burocrática y legislativa darles carpetazo a el 10% más o menos que les permite legalmente esta misma subrogación pero de manera elegante, trasladándonos".

Una medida que según Benito supone "ponernos una pistola en la cabeza y jugar con nosotros y nuestras 150 familias a la ruleta rusa, pero con el cargador lleno", porque les abocaría a encontrarse en la calle, "y nunca mejor dicho, ya que en la situación laboral y el panorama social en el que nos encontramos y dado que incluso en muchos de los casos es el único ingreso económico que entra en muchos hogares, Dios no quiera que algunos de nuestros compañeros se vean en tan flagrante situación".

El comité ha pedido a Konecta que reconsidere esta decisión, busque otras soluciones o alternativas y se logre mantener el centro de Torrelavega. "De igual modo queremos hacer saber a todo el mundo nuestra situación y que miren desde nuestro prisma, que se acuerden de nosotros cada vez que miren su teléfono móvil", ha instado el delegado sindical, añadiendo que "basta ya de maltratar a los trabajadores".

Román Benito ha explicado que Golden Line ha venido desarrollando labores de atención al cliente para Vodafone desde el 2008, a través de sus tres centros en Valladolid y uno en Torrelavega, que llegó a tener cerca de 300 empleados, actualmente reducidos a la mitad.

En octubre, Vodafone rescindió el contrato con Golden Line y llegó a un acuerdo con la empresa de Telemarketing Konecta, que adquirió el compromiso de subrogar al 100% de la plantilla. El pasado 30 de julio ambas empresas informaron de ello a los comités de Valladolid y Torrelavega, aunque se negaron "rotundamente" a garantizar por escrito la supervivencia de ambos centros y emplazaron a mediados de agosto saber lo que sucederá con el de Cantabria.

La inquietud del comité de empresa ante esta situación les llevó a reunirse hoy con el alcalde de Torrelavega, Ildefonso Calderón, y solicitar su apoyo y mediación "dada la especial situación de desamparo y la extrema crudeza del panorama laboral en la comarca del Besaya". Horas después, los representantes sindicales acudieron a una reunión con la empresa, en la que les comunicaron la decisión de trasladar a toda la plantilla a Valladolid a partir de octubre.